En términos técnicos, el desgarro muscular -en el muslo- es una lesión isquiotibial que “se produce por tensión o estiramiento de uno de los músculos isquiotibiales, un grupo de tres músculos que se extienden a lo largo de la parte posterior del muslo”, asegura la Clínica Mayo. Es importante aclarar que estos desgarros no solo se presentan en las piernas, sino en los hombros, el cuello y la espalda.
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, describe este desgarro como una distensión muscular por el “estiramiento exagerado” del músculo. Aquellos que practican deportes como baloncesto o fútbol tienden a sufrir este tipo de lesiones; sin embargo, bailarines, tenistas y demás, no están exentos a sufrirla.
La entidad señala que el autocuidado es el primer tratamiento que se indica, sin embargo, otros procedimientos pueden ayudar a reparar el músculo como una cirugía.
¿Quiénes son más propensos a sufrir un desgarro en el músculo?
El síntoma más relevante en un desgarro muscular es la hinchazón de la zona, pero los moretones también suelen ser relevantes. Las siguientes personas son más propensas:
- Regularmente, hacen deporte, siendo el estiramiento excesivo, el indicador con más alto riesgo.
- Asimismo, una persona sedentaria, que no tiene buena flexibilidad, puede ser vulnerable, y por ende, se convierte en factor de riesgo. Tal vez, algunas actividades que requieran fuerza van a exigirle, provocando una lesión, indica la Clínica Mayo.
- La entidad americana de ciencia y salud asegura que la inestabilidad muscular también hace parte del conjunto de riesgos que elevan las posibilidades de un desgarro: “Cuando los músculos que se encuentran a lo largo de la parte delantera del muslo —los cuádriceps— se tornan más fuertes y se desarrollan más que los músculos isquiotibiales, tienes más probabilidades de sufrir una lesión de los músculos isquiotibiales”, precisa.
Los grados del desgarro muscular
Una publicación de Harvard Medical School hace un detallado análisis de la gravedad, o no, de una distensión muscular desde la tensión más leve hasta la cepa de grado III, considerada la más grave, al punto que una persona se le imposibilita mover la pierna, por ejemplo.
- Tensión I: algunas fibras se rompen o se estiran, pero su fuerza es normal a pesar de los síntomas agudos que experimenta.
- Cepa II: se presentan hematomas y son muchas más las fibras musculares las que se desgarran.
- Cepa III: el músculo se ve gravemente lesionado, por la separación del tendón a la ruptura de todas las fibras musculares.
Tratamientos naturales para el desgarro muscular
- Entre los consejos útiles para tratar este tipo de lesiones se encuentran el uso de compresas frías o calientes que alternándose pueden desinflamar la zona afectada. El portal Mejor con Salud señala que se deben aplicar hasta aproximadamente 6 horas después del accidente.
- Otra recomendación que da el sitio web de salud es vendar y hacer una leve presión en la zona afectada, teniendo precaución de no impedir la circulación.
- Muchas son las infusiones con efectos antiinflamatorios que pueden actuar a favor en el tratamiento de un desgarro muscular, como el sauce, así lo afirma el artículo de ciencia presidido por Mohd Shara y Sidney J. Stohs, “Eficacia y seguridad de los extractos de corteza de sauce blanco (Salix alba)”, que determina que la corteza de sauce blanco durante años ha sido un analgésico.
No obstante, se recomienda consultar con un profesional de la salud previo a su uso o consumo porque en algunas personas causa alergias. Además, los anteriores remedios no reemplazan la consulta a un médico, ya que a veces el autocuidado no es suficiente.