Las infusiones, los vahos o algunos alimentos juegan a favor cuando la alergia ataca.
La reacción alérgica consiste en la percepción del organismo como nocivo de una sustancia que no lo es (alérgeno). Este contacto pone en marcha una respuesta inmunológica exagerada que se manifiesta en diversos órganos del cuerpo.
Los alérgenos más frecuentes son: pólenes, ácaros, epitelios de animales, látex (o caucho natural, que está presente en guantes de goma, sondas, catéteres, globos, en chupetes, tetinas de biberones, etc.), picaduras de avispas, ciertos alimentos y algunos medicamentos.
El alérgeno puede entrar en contacto con el cuerpo de varias formas: inhalado por la nariz o la boca, ingerido (alimentos o ciertos fármacos), inyectado (medicamentos o picaduras de insectos) o por contacto con la piel, provocando dermatitis de contacto.
Se ha demostrado que la inmunoterapia evita que la alergia se agrave y pase de una simple rinitis a desarrollar asma.
Las vacunas han evolucionado mucho en los últimos años: las pautas de administración son más rápidas y los extractos alergénicos utilizados están mejor estandarizados. Son especialmente eficaces en los niños.
También tomar una combinación determinada de probióticos puede lograr que los síntomas de la alergia no paralicen el ritmo diario.
Así lo ha puesto de manifiesto un reciente estudio de la Universidad de Florida (Estados Unidos), pero hay otras soluciones que lograrán que te olvides de este –hasta ahora– molesto trastorno.
Al margen de tomar una serie de precauciones para reducir al máximo la exposición al polen –como evitar salir en las horas de más concentración, de 5 a 10 de la mañana y de 7 a 10 de la noche;no pasear por parques y zonas arboladas; usar gafas de sol y viajar con las ventanillas del coche subidas–, existen varias soluciones naturales para aliviar los molestos síntomas.
Infusiones y homeopatía
Si eres uno de estos 8 millones de españoles, te explicamos lo que la medicina natural puede hacer por ti para que esta primavera tu alergia sea más llevadera.
Y como no todas las personas tienen exactamente los mismos síntomas, encontrarás los remedios más efectivos para cada molestia, desde las infusiones de plantas más adecuadas hasta los tratamientos específicos de homeopatía, sin olvidar algunos hábitos saludables.
La rinitis es el síntoma más común de la alergia al polen.
La mucosa de la nariz se inflama al entrar en contacto con el alérgeno y provoca un goteo nasal constante, así como estornudos.
Para combatir estas molestias, es básico que mantengas limpias las fosas nasales. A lo largo del día, y sobre todo cuando los síntomas se acentúen, lávate bien la nariz para eliminar el polen. Puedes hacerlo con agua fresca o mejor aún con estas alternativas:
Agua salina. Es muy eficaz para limpiar a fondo las fosas nasales. Puedes usar sprays de agua de mar depurada, de venta en farmacias, o bien hacer tu propia solución salina. Para ello, hierve 250 ml de agua y, cuando esté tibia, añade 1/4 de cucharadita de sal. Mezcla bien y ponlo en un frasco con spray o cuentagotas.
Infusión. También puedes hacerte un lavado con una infusión de plantas a base de tomillo, caléndula y cola de caballo.
Si tienes la nariz tapada. Pon a hervir 10 g de hojas secas de eucalipto en un litro de agua. Retira del fuego cuando hierva y espera unos minutos para que el vapor no salga tan caliente, ya que te puede quemar. Pon la olla sobre un salvamanteles y, sentada, cubre tu cabeza y el recipiente con una toalla para retener bien el vapor. Realiza inhalaciones durante unos minutos.
El interior de los párpados y la superficie ocular externa están cubiertos por una membrana que, en contacto con el polen, puede inflamarse y provocar conjuntivitis (picor, lagrimeo y enrojecimiento).
Una infusión especial para los ojos
Hierve 5 minutos una cucharada de semillas de lino trituradas en medio litro de agua. Cuela y, cuando esté tibia, empapa un paño limpio. Túmbate y colócalo 5-10 minutos sobre los ojos cerrados, preferiblemente a la hora de acostarte.
El lino es antiinflamatorio y combate el enrojecimiento. También puedes optar por colirios elaborados con eufrasia.
Homeopatía para molestias oculares
Los medicamentos homeopáticos dan muy buenos resultados para calmar los síntomas oculares de los procesos alérgicos.
Además, no tienen efectos secundarios. La pauta de prevención suele ser de 5 gránulos 3 veces al día, pero pregunta a un terapeuta antes de tomarlos.
¿Hay comezón en la garganta?
Suele ser uno de los primeros síntomas de alergia al polen y precede normalmente a la rinitis y al picor de ojos. En este caso, el polen provoca una inflamación de las mucosas de la garganta. Para prevenir o reducir las molestias si ya se han presentado, es fundamental que sigas las siguientes precauciones:
Mantenla hidratada. Cuanto más seca esté la garganta, más picor y molestias notarás. Procura ir tomando sorbos de agua a lo largo del día para que no se reseque.
Chupa pastillas para la garganta. La salivación que producen calma el picor y alivia la irritación.
Modera la temperatura en interiores. Si es superior a 20-21º, la garganta se reseca más.
Limita el alcohol y el café. Ambos resecan la zona y agravan todavía más los síntomas.
Alimentos que refuerzan las defensas
En tu dieta habitual no deben faltar los siguientes alimentos:
Verduras y frutas. Un estudio realizado entre habitantes de la isla de Creta (Grecia) demostró que la dieta mediterránea, con un alto contenido en vitaminas C, B y E, reduce el riesgo de sufrir alergias. Verduras y frutas, ricas en antioxidantes, protegen tu organismo del ataque de los alérgenos que se encuentran en el aire que respiras. Naranjas, manzanas, tomates, uvas rojas, arándanos… son ricos en polifenoles, que también tienen un efecto protector.
Nueces. Tienen mucha vitamina E, una sustancia que ayuda a reducir los síntomas respiratorios de las alergias. Toma un puñadito cada día.
Omega 3. Este ácido graso, que se encuentra por ejemplo en el pescado azul, ejerce un efecto antiinflamatorio y protege del asma.
Cúrcuma. Este ingrediente del curry también tiene virtudes antiinflamatorias y reduce la liberación de histamina, sustancia involucrada en las reacciones alérgicas.
Yogur y kéfir. Los probióticos refuerzan tus defensas y actúan a modo de escudo antialergias.
Evita en cambio los alimentos ricos en histamina, como conservas, quesos curados, embutidos, ahumados, precocinados, ya que pueden agravar los síntomas de la alergia.
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