Un estudio publicado en Sports Medicine afirma que, cuanto más cansados estamos, menos rendimos, por lo que la prontitud con la que se realice el ejercicio físico es esencial. Según indica el estudio, por cada hora de sueño no disfrutado, el rendimiento deportivo decrece un 0,4 por ciento. Así, cuantas más horas se pasen sin dormir, menor será el rendimiento deportivo. Por ello, cuando la privación de sueño es inevitable, apunta el estudio que se debe priorizar el ejercicio matutino (dando por hecho que la falta de sueño ha sido nocturna) para poder mantener mejor el rendimiento ya conseguido.
Disminución de rendimiento con menos de seis horas de sueño
Para llegar al dato de la disminución del 0,4 por ciento del rendimiento, los investigadores han medido el rendimiento de ejercicio bajo unas condiciones específicas. Han considerado un sueño ‘normal’ dormir más de seis horas, y uno insuficiente una cifra inferior a esta cantidad. Asimismo, las tareas de rendimiento se clasificaron en diferentes categorías de ejercicio (potencia anaeróbica, resistencia de velocidad/potencia, ejercicio de intervalos de alta intensidad (HIIE), fuerza, resistencia, fuerza-resistencia y habilidad). Los valores más destacados a la hora de realizar el estudio han sido la hora del día en la que se realizaba el ejercicio, y la fuerza de las extremidades de la persona que lo realizaba.
La actividad deportiva realizada por las mañanas no se ve afectada por la falta de sueño |
Así, los resultados indican un impacto negativo por falta de sueño en todas las categorías de ejercicio analizadas. También, se observa una relación positiva significativa entre el tiempo despierto antes de la tarea de ejercicio y el porcentaje de rendimiento. “Los efectos negativos de la pérdida de sueño en las rutinas de ejercicio realizadas en la tarde fueron consistentes, mientras que la actividad deportiva realizada por la mañana no se vio afectada en gran medida”, concluye.
Cómo entrenar cansado
Por otro lado, los expertos coinciden en que, aunque se esté un poco cansado, es mejor continuar la rutina de ejercicio. Aunque no hace falta hacer locuras y, si el cuerpo pide parar, debe hacerse. Una opción puede ser adaptar la rutina de ejercicio a ese día para mantener el hábito y ser capaces de completar los objetivos que se marquen. Por supuesto, en caso de que el cansancio se traduzca en dolor, esté motivado por una enfermedad o sientes molestias al comenzar con los ejercicios, es mejor dejarlo para otro día. Entrenar un día de poco descanso puede ser beneficioso y activar el cuerpo, pero siempre debe imperar la prudencia.
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