Ya no tienes que viajar kilómetros hasta las calles Corea del Sur, Tailandia o Filipinas para probar verdadera comida asiática callejera. Solo tiene que tomar el Metro y llegar hasta Providencia, donde está Tachi.
Más exactamente en Av. Nueva Providencia, a pasos de Av. Pedro de Valdivia, donde funciona su pequeño local, que cuenta con un mesón desde donde atienden y algunas mesas en la vereda para probar sus preparaciones.
Las que traen a Santiago los sabores y la cocina de las calles de Asia y que ya son un hit, con filas todos los días frente al local, especialmente a la hora de almuerzo.
Vale la pena la espera, porque detrás está Miguel Damatac, un cocinero filipino que llegó a Chile hace varios años y que después de pasar por restaurantes de hoteles como AC Costanera y The Ritz-Carlton, decidió abrir junto a un socio, Marcelo Estay, su propio local.
Uno donde el público puede probar los auténticos sabores de la cocina callejera coreana o thai, ejemplo, con todo su sabor, intensidad, picor y su característica combinación de dulce y salado.
Y lo consigue en cada uno de los platos que ofrecen en Tachi, recetas tradicionales de Corea del Sur, Filipinas, Hong Kong o Tailandia, cargadas de sabor y que apenas pruebas te llevan de viaje a sus exóticas y coloridas calles.
De hecho, importan y buscan por todos lados cada uno de los ingredientes y especias que necesitas para conseguir los sabores originales.
Además, tienen precios más que convenientes, porque cuestan desde $ 1.990 y hay varias alternativas para almorzar por menos de $ 5.000.
Para comer al paso en Tachi
La mayoría de sus preparaciones son para para probar al paso, como los korean hot dogs, los perritos calientes al estilo coreano, muy populares en Seúl.
Son diferentes a los tradicionales, porque consiste en una masa rellena con una salchicha, cubierta de panko, que se fríe y se sirve con un palito, al estilo de una helado.
En Tachi los encuentras en su versión original ($ 3.900) o en alternativas como el mixto ($ 4.790), con harto queso mozarella. Ojo, que todos vienen con dos salsas.
También para comer al paso es el tofu on stick ($ 1.990), brochetas de tofu de elaboración artesanal, cubierta con salsa teriyaki ahumado, sésamo y cebollín.
Al igual que uno de los hits de Tachi y de los más pedidos, los bubble waffle ($ 5.990), los mismos que son furor en puestos callejeros de Hong Kong y cuya característica es su masa con burbujas.
Además van rellenos, son ultra golosos y tu los armas a tu gusto, eligiendo el waffle de vainilla o chocolate, el sabor del helado -que es artesanal-, dos tipos de cubierta, que pueden ser frutillas, galleta Oreo o chocolate, por ejemplo, además de la salsa, ya sea frambuesa, manjar o leche condensada, entra otras.
Para hacerlo más goloso, todos los bubble waffle incluyen un fondo de crema.
Desde las calles de Filipinas
Si alcanzas una mesa en Tachi, entonces pide sí o sí uno de sus platos más sabrosos, el pad thai, el clásico tailandés que puedes ser de pollo ($ 7.690) o verduras ($ 7.490).
O el arroz thai, arroz frito al estilo tailandés, con vegetales y pollo ($ 6.290) o tofu ($ 5.990) si lo prefieres veggie.
Por supuesto que en la carta no podían faltar las recetas típicas de Filipinas, el país de origen de Miguel y del que puedes probar su variante del siomai, masa de wantán rellena y hecha al vapor o frita.
Acá lo encuentras en dos versiones, de carne molida con vegetales ($ 4.790) o de pollo ($ 4.690). Ambas son fde masa casera, con cuatro porciones por plato y con una salsa dulce, teriyaki ahumado y cebollín.
También muy popular en Filipinas es la carioca ($ 2.700), bolitas de arroz glutinoso, cubiertas con coco rallado y azúcar caramelizada, las mismas que el chef de Tachi comía cuando niño.
Además del sago’t gulaman ($ 3.290), un jugo tradicional muy refrescante, que se hace a base de azúcar de caña, gelatina de agar-agar y con bolitas de tapioca.
¿Y hay algo más para beber? Sí, café coreano en lata y jugos Mogu Mogu, populares en Tailandia y de sabores como pomelo, yogurt y lychee.