Crece el número de empresas dedicadas a la venta a domicilio de ‘táper’ con comida

Una mujer guarda un tupper para llevarlo al trabajo (Freepik).

La falta de tiempo, la inflación y la vuelta a la oficina han disparado las suscripciones a los ‘táper’ a domicilio. Son ya miles los españoles que cuentan con un servicio de comidas semanal pararecibir platos preparados

Las compañías que se dedican a este negocio son variadas: las hay que apuestan por platos caseros como Wetaca, empresa que alimenta a 20.000 personas al mes y que prevé cerrar el año con 14 millones de facturación. O especializadas en diabéticos, veganos o para quienes optan por dietas plant-based.

El interés por la comida preparada no ha hecho más que aumentar en los últimos años. El 43% de los españoles comen platos preparados del supermercadoal menos una vez por semana y el 26% pide ‘delivery’ semanalmente, según datos facilitados a este medio por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc).

Arroz con carne, uno de los platos de la suscripción semanal (Wetaca).

Las personas que trabajan en grandes ciudades son los principales consumidores de este servicio. Entre la clientela también se encuentran padres con bebés recién nacidos o personas mayores, a las que sus hijos o nietos optaron por proporcionarles este servicio durante la pandemia de la Covid-19 y han decidido continuar.

«Los clientes suelen tener entre 25 y 45 años, viven solos o en pareja, y están preocupados por comer bien y también por tener tiempo libre para dedicarlo a otras actividades», explica a EL ESPAÑOL-Invertia uno de los fundadores de Wetaca, Andrés Casal Goicoechea.

Andrés Casal y Efrén Álvarez, fundadores de Wetaca (Wetaca).

Wetaca comenzó su andadura en 2015 y fue con la llegada de la pandemia cuando consiguió disparar sus ventas. Tras ello, su crecimiento se ralentizó hasta hace unos meses cuando han notado el efecto de la inflación en el bolsillo. «Gente que iba a comer fuera de menú del día por 14 euros y ahora, con nosotros, puede comer por la mitad de precio con un plato rico y cuidado nutricionalmente», explica Casal como principal aliciente. 

Con 85 empleados y una cocina central en Madrid, Wetaca cierra los pedidos semanales el miércoles y los repartos comienzan el viernes. Cerró 2021 con una facturación de casi diez millones de euros, y ahora espera cerrar 2022 alcanzando los 14 millones. 

Sin comer animales

Otro de los grandes demandantes de estas suscripciones son los veganos, vegetarianos y personas interesadas en consumir menos alimentos de origen animal. Este es el nicho de Vegan Food Club.

Esta empresa española empezó a operar hace solo un año con la premisa de hacer menús semanales para que los consumidores reduzcan la ingesta de proteína animal.

Platos preparados en un frigorífico.
Platos preparados en un frigorífico (VFC).

«Normalmente lo consumen al mediodía gente que trabaja y que está concienciada con la sostenibilidad», asegura a este periódico Lucas Gonzalez-Guija, uno de los fundadores de VFC.

Con 40 empleados, los platos de esta compañía llegan a Portugal, Francia y Bélgica. «No hay empresa líder en este segmento de plant-basedMás del 70% de nuestros clientes no son veganos ni vegetarianos«, añade.

Adelgazar con una suscripción

Otro de perfil de usuarios son quienes no tienen tiempo o no saben cocinar pero quieren seguir una dieta y poder, por ejemplo, adelgazar. En 2010, la nutricionista Cynthia Rodríguez se percató de ello.

«Yo pasaba consulta como nutricionista y muchos de mis pacientes no podían elaborar las comidas que les planteaban en sus dietas. Por eso creamos MenuDiet con el objetivo de ofrecer comida preparada que además fuese casera y saludable, añadiendo valor a través del asesoramiento nutricional para ayudar a nuestros clientes a cuidar su salud», explica la cofundadora de MenuDiet.

Varias fiambreras con comida.
Varias fiambreras con comida.

En su caso, se acompañó de una aplicación y web donde los usuarios pueden registrar sus progresos para comprobar cómo mejoran sus analíticas, su peso y otros parámetros de salud.

Las personas con algún tipo de restricción en su dieta por motivos de salud también son un nicho de mercado para quienes se dedican a cocinar platos preparados. Gesgourmet se encarga desde hace 15 años de enviar ‘tápers’ bajos en grasa o en sal o especialmente pensados para diabéticos.

[Cómo cambia la cesta de la compra en 20 años: un 131% más de platos preparados y menos carne, pescado o pan]

También existen otras iniciativas locales como la creada por un divorciado que acudía a por platos congelados a casa de sus padres como es el caso de No cocino más o la de un cordobés con cinco restaurantes a los que su clientela le pedía poder recibir sus recetas en casa.

Hoy en día venden sus especialidades a través de ‘Mi plato’, donde también surten a chiringuitos y otros comercios de hostelería de platos preparados y de su singular masa de croqueta. 

La lasaña, el plato estrella

¿Qué les gusta pedir a los usuarios de estos servicios? Los platos con salmón, las lasañas y los guisos son los platos más demandados por los usuarios de Wetaca, que pueden optar por una suscripción que se repita semanalmente o por pedir platos a la carta. 

La lasaña boloñesa de seitán, el rigatoni al pesto o las lentejas con chorizo de Heura son los platos mejor valorados en Vegan Food Club. Su modelo de negocio hasta ahora ha consistido en una suscripción a cinco o diez platos semanales sin posibilidad de personalizar el menú.

La lasaña es uno de los productos más demandados en dos de las principales empresas.
La lasaña es uno de los productos más demandados en dos de las principales empresas (Vegan Food Club).

La demanda de comida preparada no para de crecer. En septiembre de 2021, el porcentaje de consumidores que comían platos preparados del supermercado una vez a la semana era del 32% y en solo un año ha crecido un 11% situándose ya en el 43%. 

Este periódico publicó una comparativa sobre cómo ha evolucionado la cesta de la compra de los españoles en 20 años. El consumo de platos preparados era uno de los productos que más había aumentado (un 131% más), hasta alcanzar los 16,77 kilos por hogar al año.

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