Estas características de tu trabajo actual tienen un impacto negativo en tu salud mental
Pero, ¿cómo saber si debes cambiar de trabajo? ¿Dónde está el límite entre el estrés laboral y las circunstancias insostenibles? Si ya has experimentado las tres señales siguientes en tu trabajo, es definitivamente el momento de buscar otras ofertas de empleo y dar la espalda a tu puesto actual.
1. Tienes que obligarte a ir a trabajar todos los días
De acuerdo, este punto puede aplicarse a muchas personas hasta cierto punto. Tal vez el trayecto sea demasiado largo, la hora demasiado temprana o simplemente la motivación sea muy baja por otros motivos. Sin embargo, si sientes una reticencia interna a ir a trabajar todos los días, puede que tu cuerpo esté intentando decirte algo. No es normal tener que sobreponerse y luchar contra un dolor de estómago todos los días antes de tener que irte. Por supuesto, no es la norma levantarse con una gran sonrisa en la cara y prepararse para el día lleno de ilusión, pero tampoco es todo lo contrario. Si tu cuerpo te envía estas señales, escúchalo y plantéate si ha llegado el momento de cambiar de trabajo. ¡Si esta idea te hace sentir un poco mejor, ya tienes la respuesta!
2. El estrés te acompaña incluso cuando no estás trabajando
No hay que subestimar el estrés crónico, pues no le hace ningún bien a nuestro cuerpo y tiene un impacto enorme en nuestra psique. El resultado puede ser el agotamiento, y nunca debes permitir que se llegue a ese punto. No dejes que nadie te diga que te estás presionando y que el estrés forma parte de tu trabajo. Si notas que sigues bajo presión y no puedes desconectarte incluso después de haber terminado el trabajo, esto es absolutamente insalubre y debe abordarse desde el principio.
3. Ya le has informado a tu jefe de tu situación emocional y no le dio importancia
Te has dado cuenta de que no puedes seguir así, te has armado de valor, has hablado con tu jefe sobre el tema y, aun así, nada ha cambiado… No camines, ¡corre! Esto es una bandera roja absoluta y exige un cambio de trabajo. Tu supervisor debe estar ahí para escuchar a su personal e intervenir cuando sea necesario, para asegurarse de que todo el mundo está bien. Si no lo hace, no parece preocuparse lo suficiente por la salud mental de sus empleados y probablemente no debería estar en ese puesto. Si este es tu caso, sin duda ha llegado el momento de cambiar de trabajo y, tal vez, de revisar tu bolsa de empleo.
Artículo originalmente publicado en Glamour Alemania, glamour.de, adaptado por Paola Sánchez.