La historia de México, definitivamente no sería la misma sin la comida. Y es que pareciera que no, pero los alimentos siempre han estado presentes en momentos importantes del ser humano, más allá del día a día. Por esa razón, aprovechando que ya se acercan las fiestas patrias, pues conviene darnos un pequeño clavado a los platillos que podemos cocinar para nuestra típica noche mexicana, que normalmente la compartimos con nuestra familia o amigos.
Y te darás cuenta que cuando pones “recetas de comida mexicana” en Google, es casi inevitable que aparezcan un mar de opciones, entre los que casi siempre se asoman los chiles en nogada o el mole poblano. Estos dos últimos son apenas la punta del iceberg de lo que Puebla tiene para ofrecer y aún dentro de sólo esa categoría, hay una gran variedad de maneras para cocinarlos. De hecho, el mole no sólo se puede comer con pollo, anteriormente se usaba sobre los guajolotes.
La gastronomía poblana ha traspasado fronteras y el mismísimo Anthony Bourdain se fue a pasear a un pueblito de Puebla para conocer un poco sobre cómo se cocinaba ahí y quedó más que maravillado. Y si esa figura internacional reconoció la tradición gastronómica, ¿cómo no iba a hacerlo un mandatario mexicano? Desde luego que ocurrió el momento en que un ex presidente de México eligió nada más y nada menos que los manjares poblanos para festejar su cumpleaños.
¿Qué presidente de México ama el mole poblano?
Esa persona fue nada más y nada menos que el ex presidente Manuel Ávila Camacho, quien según el experto en historia de la gastronomía poblana, Fabián Valdivia y el Centro de documentación Fototeca Lorenzo Becerril A.C., celebró su onomástico en 1938 nada más y nada menos que con un rico banquete con pura comida poblana, que se enlistó en el menú en el siguiente orden: Entremés ranchero, sopa de tortilla a la poblana, mole de guajolote (muy clásico de Puebla), chiles rellenos en nogada y frijoles refritos con totopos.
La cena se llevó a cabo el día 23 de agosto de 1938 y a los asistentes se les entregó una pequeña tarjeta donde se les suplicaba de la manera más atenta, no pronunciaran discurso alguno, así que básicamente podemos imaginar que llegaban como Fidel Castro de a “Comes y te vas”, pero con tantos platillos suculentos, ¿cómo no? Si para el postre hubo flan con helado y fruta, un postre denominado Arlequín.
Mientras tanto, de bebidas hubo: cerveza, pulque y agua mineral, mejor conocida como tehuacán. Según señaló el experto, esta es una muestra de que el mole era un platillo que degustaban las personas para hacer ostensible su poder y riqueza. Además, durante la conferencia de Encuentro de Moles Poblanos 2022, Fabián Valdivia citó un texto del cual desconocemos su autor, que dice “Cuando Manuel Ávila Camacho entró a la presidencia de la república, fue cuando el mole llegó a la cocina de presidencia”.