Situaciones como un nuevo trabajo, no ser promovido, cambiar de empleo, experimentar momentos no gratos con un superior inmediato, afectan el estado de ánimo
Definitivamente es casi seguro que la mayoría de las personas laboralmente activas pasamos en la semana entre 8 a 12 horas diarias en el lugar de trabajo durante unos 20 a 25 años de nuestra vida.
Sin embargo, trabajemos en el área en que trabajemos, el lugar en el cual desarrollamos la actividad laboral es en donde nuestro bienestar interior puede fortalecerse o debilitarse, dado que por un lado resultaría provechoso para nuestra salud mental, pero por otro, en caso contrario representaría un auténtico problema.
Situaciones como un nuevo trabajo, no ser promovido, cambiar de empleo, experimentar momentos no gratos con un superior inmediato, supervisor o compañero, agregando la alta carga de actividades asignadas, aparte de afectar el estado de ánimo, motivación y auto-estima, pueden ser precursores de un daño a la salud mental. A modo de antídoto el enfocarse a nivel individual en desarrollar habilidades que faciliten sobrellevar los cambios, las fluctuaciones, el interrelacionarse de manera respetuosa, motivadora e inspiradora y el encontrar gratificación en lo que se hace, resultaría una muralla de contención para esos factores, pero qué podemos hacer cuando no se cuenta con esas herramientas o no existe esa posibilidad de obtenerla.
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Hay que recordar que la salud no solo es ausencia de enfermedad o incapacidad, sino un triple bienestar en el aspecto físico, mental y social, es decir que debe estar incluido un buen estado de ánimo, encontrarse bien consigo mismo, contar con buenas relaciones interpersonales y disfrutar de la actual actividad laboral, el conocer la existencia de factores laborales tipos psicosociales permitirá tener una auto vigilancia para identificar los efectos sobre la salud emocional y mental.
Definitivamente, el identificar y controlar los factores de riesgos psicosociales definidos como aquellas características de las condiciones y organización del trabajo que afectan la salud a través de mecanismos psicológicos y fisiológicos cuyo precursor es el estrés, no es un asunto que debe hacerse de forma aislada, al contrario, al ser la salud mental uno de los ejes fundamentales de una institución, su abordaje debe ser integral, por el hecho de que una simple razón lo asegura, cuanto mejor es el bienestar psicológico de un colaborador mejor es su rendimiento y más alta su satisfacción.
Preguntas frecuentes
¿Cómo pudiera tener una adecuada organización del tiempo?
Para que nuestro mundo interior funcione adecuadamente es crucial desarrollar la organización del tiempo, siendo una forma eficaz de manejar el estrés y evitar la sensación de agobio y permanente sensación de inseguridad ante posibles errores, por lo tanto, el distribuir la realización de las tareas en función del tiempo y nivel de importancia que tiene, para buscar la mejor manera de realizarlas.
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¿Cómo poder priorizar la salud mental de los colaboradores?
No es un secreto que en la medida que el bienestar emocional llegue y se quede con los colaboradores mejor serán los resultados. Por lo tanto, identificar las necesidades psicosociales generaría una psicodinámica convirtiendo en saludable y seguro los espacios de trabajo de la organización.
Glosario médico
Factores de riesgos psicosociales:
Son las deficiencias derivadas del diseño, la organización y la gestión del trabajo, así como de un escaso contexto social del trabajo, y pueden producir resultados psicológicos, físicos y sociales negativos, como el estrés laboral, el agotamiento o la depresión.
Bienestar laboral:
Es un sentimiento general de compromiso y felicidad que proviene de trabajar en un determinado lugar y rol profesional.