Los niños están teniendo tos, fiebre y mocos. Pero es un poco más complicado atenderlos durante la llamada tripledemia de COVID, influenza y RSV.
El Tylenol infantil y otros medicamentos pueden ser difíciles de encontrar en su farmacia. CVS y Walgreens, por ejemplo, están viendo un aumento de la demanda de ciertos medicamentos infantiles y anunciaron límites de compra, algo similar a lo que pasó durante la pandemia con el papel higiénico.
CVS Health, propietaria de las tradicionales tiendas CVS, CVS y Más y Navarro Discount Pharmacies, permite comprar hasta dos analgésicos infantiles a la vez por Internet y en la tienda “para garantizar un acceso equitativo” a los clientes. En Walgreens, las familias solo pueden comprar en línea hasta seis medicamentos antifebriles pediátricos de venta libre por transacción.
Otros minoristas —como Publix, Winn-Dixie y Walmart, que también han visto una mayor demanda de analgésicos pediátricos este año— no han anunciado límites de compra de medicamentos para niños. Por lo tanto, si no encuentra lo que busca en una tienda, es posible que tenga que ir a varios lugares. Las marcas genéricas y los remedios caseros naturales pueden ser alternativas.
Recuerde que los medicamentos no curan las infecciones virales. De eso se encarga el sistema inmunitario. Los adultos y los niños toman medicamentos contra los virus para reducir los síntomas, como la tos, y hacer que la enfermedad sea más llevadera.
En caso de que no encuentre el tipo de medicamento que busca, aquí tiene algunas alternativas que puede probar.
Cómo tratar el resfriado de su hijo sin medicamentos
▪ Tos: Para los niños de 1 año en adelante, puede darle de una a dos cucharaditas de miel cada cuatro a seis horas, dice la Dra. Therese Anderson, especialista en Medicina Familiar de Mayo Clinic en Jacksonville. Anderson está certificada en Medicina Interna y Pediatría y es miembro de la Academia de Pediatras de Estados Unidos.
También puede mezclar la miel con leche tibia, agua caliente o té descafeinado. Sin embargo, no le dé miel a los niños menores de 1 año. No le aliviará la tos y podrían enfermar de botulismo.
Otras alternativas incluyen el uso de un humidificador de vapor frío en la casa y Vicks VapoRub en niños de 2 años o mayores, dijo.
Goteo o congestión nasal: Para los niños más pequeños que moquean, puede usar una jeringuilla de pera para extraer el líquido. Si son mayores, puede pedirles que se suenen la nariz. Si su hijo tiene la nariz tapada, use gotas o aerosoles salinos y luego use la jeringuilla de pera para extraer el líquido o pídale que se suene, según la Academia de Pediatría de Estados Unidos.
Si no puede encontrar gotas o aerosoles de solución salina, puede hacer su propia solución salina en casa. Una opción más fácil para los niños mayores: Pídales que se echen agua tibia en la nariz hasta que desaparezca la congestión.
Para los padres que piensen usar las jeringuillas de pera, Anderson advierte que no hay que abusar de los aspiradores nasales, que a veces pueden causar irritación.
Dolor de garganta: A partir de los 5 años, las gárgaras con agua salada pueden ayudar. Otra opción para ayudar a su hijo con el dolor (a la vez que le da una reputación de papá/mamá genial) es darle una paleta de hielo, un helado o una malteada. Sí, es la orden del médico. Los líquidos fríos pueden adormecer la garganta, lo que puede aliviar algunas molestias.
Cuando era pequeña, Anderson recuerda que a veces le dolía la garganta, su madre le hacía paletas heladas de jugo de naranja para que tomara un poco de vitamina C. Para los niños a partir de 5 años, otra opción es que chupen caramelos duros o pastillas para la garganta, dice Anderson.
▪ Dolores de estómago, diarrea y vómitos: Anderson recomienda hablar con su pediatra si su hijo pequeño tiene dolor de estómago, diarrea o vómitos. No se olvide de mantenerlo hidratado. Y frótele suavemente el estómago si le duele.
▪ Fiebre: Si su hijo tiene fiebre, no se asuste. La fiebre es normal y solo significa que el sistema inmunitario de su hijo está luchando contra el virus.
“Si su hijo está actuando normal de verdad: son juguetones, están comiendo y bebiendo bien, bueno, puede dejar que la fiebre pase, está completamente bien dejar que pase”, dijo Anderson. “Si, por el contrario, no está comiendo ni bebiendo bien, está más inquieto o no se comporta como siempre, yo recomendaría tratar la fiebre”.
Hable con el pediatra de su hijo sobre qué tipo de medicamento antifebril puede tomar. También puede ponerle compresas frías y asegúrese de que esté hidratado.
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Antes de pensar en darle a su hijo una dosis adulta de un medicamento, Anderson dice que debe hablar con el pediatra. Recuerde que las dosis para niños suelen basarse en su peso.
Anderson también le pide a los padres estar atentos a las señales que indican que un niño puede necesitar ver a un médico. He aquí algunos ejemplos de cuándo es necesaria una visita al pediatra:
▪ Un niño menor de 3 meses tiene fiebre.
▪ Si los síntomas estaban mejorando, pero vuelven a empeorar. Esto podría ser una señal de que su hijo tiene una infección bacteriana.
▪ Su hijo experimenta falta de aire, jadeo o dificultad para respirar.
▪ La fiebre ha durado más de cinco días.
▪ Si no orinan en un periodo de ocho a 12 horas. Esto puede ser una señal de deshidratación.
Cuando los niños enferman por un virus, pueden tardar entre 10 y 14 días en recuperarse del todo.
Y recuerde, si su hijo enferma, cuídese usted también. Puede terminar contagiándose con lo que los afecta a ellos.