El último mes del año está repleto de celebraciones en las que abundan las ingestas excesivas y, frecuentemente, los alimentos menos saludables. Echando un vistazo a las recomendaciones de los expertos en nutrición, estos explican que las comidas tan abundantes pueden provocar consecuencias negativas en la relación con la comida y dañar los hábitos saludables construidos a lo largo de todo el año, y señalan cinco claves necesarias para poder disfrutar de las Navidades sin arrepentimiento.
La especialistas recuerda que lo más importante es disfrutar de la comida y de la compañía, sin hacer restricciones radicales ni perder unos hábitos saludables que se han aprendido durante meses. Sin embargo, aunque la teoría es muy fácil, la practica cuesta un poco más. Por eso, nos hemos puesto en contacto con Leyre López-Iranzu, nutricionista en Clínica FEMM y estos son sus consejos. Nosotras, los pensamos seguir TODOS a rajatabla. Sigue estos conejos antiestrés y disfruta de la buena mesa y las recetas festivas.
Comer y hacer el mismo ejercicio que un día cualquiera
En estas fechas resulta muy habitual compensar los excesos eliminando las comidas restantes de ese día, de forma parcial o completa. También es muy común pasar horas en el gimnasio y empezar dietas muy restrictivas en enero. “Esto es un error: la mejor opción es comer o cenar si apetece, pero tratando de introducir platos sanos para proporcionarle al cuerpo los nutrientes que necesita”, explica la nutricionista de Clínica FEMM.
Degusta cada bocado
Otra de las pautas más comunes es comer abundantemente las fechas señaladas como consecuencia de mantener en el día a día una alimentación demasiado restrictiva. Esta práctica provoca consecuencias negativas a nivel psicológico, como ansiedad, estrés y sensación de culpa.
“Al mantener una alimentación equilibrada durante el resto del año, en la que también tienen espacio los alimentos menos sanos, la necesidad de aprovechar la ocasión en estas fechas desaparece”, señala López-Iranzu. No pasa nada si, ocasionalmente, se incluyen en el menú opciones menos recomendables, incluso aunque la ingesta no coincida con ocasiones especiales. Lo más importante es mantener presentes buenos hábitos de manera habitual en la rutina cotidiana.
No empezar dietas ahora, sino elegir hábitos saludables
La Navidad no es el mejor momento para empezar un plan de alimentación nuevo: es complicado adaptar las rutinas y hábitos a él, y no cumplir con estas pautas puede desencadenar sensaciones negativas. Es posible disfrutar unos días muy agradables sin dañar el proceso. “Lo importante es disfrutar y cuidarse con hábitos sanos que puedan mantenerse a largo plazo”, afirma la especialista.
No dejes de hacer deporte solo porque estés de vacaciones
Durante las vacaciones es posible mantener las actividades físicas con una organización óptima. “A los pacientes que cuentan con menos tiempo o que viajan a otros lugares, les recomiendo probar a dar algunos paseos, correr algunos días o incluso saltar a la comba” sugiere López-Iranzu. También resulta efectivo entrenar en casa: se pueden utilizar objetos cotidianos que pueden actuar como pesos en caso de no contar con material de entrenamiento, tales como botellas de agua o leche o incluso la maleta con la que hemos viajado.
Lo más importante, disfruta el momento
Comer es una actividad que proporciona placer a las personas. “Al disfrutar de ella sin arrepentimiento, aparecen sentimientos de satisfacción que favorecen al organismo a la hora de detectar cuándo el estómago está lleno y no requiere más ingesta”, concluye López-Iranzu. De esta forma es posible crear una buena relación con la comida.